RESUMEN: En el manejo y gestión de los
residuos muchas veces pueden manifestarse situaciones conflictivas entre
diferentes estados o ciudades. La generación y disposición final afectan
globalmente a la región y sin embargo son de carácter local. El efecto NIMBY se
hace presente y una ciudad no compenetrada con el problema puede causar una
debacle ecológica de escala regional.
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(Articulo original publicado
en www.ambiente-ecologico.com - septiembre 2001)
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La gestión y manejo de los residuos domiciliarios ha sido
un tema de discusión que se va acrecentando en cuanto a sus necesidades de
análisis particular desde diferentes áreas.
Ya no se trata solamente de un tema de salubridad sino que
por sus implicancias y alcances obliga a que su problemática deba ser analizada
desde un enfoque multidisciplinario y multivariado.
Se reconocen a los centros urbanos como grandes sistemas
consumidores de bienes y materiales, y consecuentemente generadores de residuos
de una variada gama de componentes.
Puede establecerse primariamente que el manejo y gestión
de estos residuos involucra su recolección, transporte, tratamiento y
disposición final. Estas acciones deben estar intrínsecamente relacionadas y
coordinadas entre si a fin de evitar desfasajes entre cada una de ellas. Y uno
de los principales problemas es el de la disposición final.
A lo largo de la historia de la basura es posible unificar
un criterio que ha prevalecido desde siempre respecto a su disposición: en
cualquier lugar siempre donde no se vea. De cualquier forma, pero lejos, y que
no se vea. Esto fue durante muchos años algo común. Y en el caso de muchas
ciudades no estamos hablando de mas de 100 años.
Los basurales a cielo abierto son hoy día un medio de vida
de una parte importante de la sociedad. Esto ha ocurrido desde antaño y
resultará difícil que estos desaparezcan por completo. Mucho que nos pese,
siempre existirá un sistema económico que involucre a una clase social - amplia
o estrecha - que tendrá como sustento la “explotación” de estos vertederos.
Pero no es objeto de este trabajo el análisis social en
relación a la basura, pero si es intención exponer algunos conceptos acerca de
los sistemas de disposición, no en cuanto a la selección de los sitios sino
respecto al encuadre del manejo global de la disposición en macroáreas donde
los limites establecidos no son barreras geográficas y donde la planificación y
decisión esta dividida en subsistemas.
Esto ocurre en lo que se denomina comunmente áreas
metropolitanas, que están conformadas por municipios u otras divisiones
geopolíticas con decisión propia. Es usual que existan conflictos en las
“fronteras” ya que se trata de áreas compartidas, y salvo excepciones, las
líneas divisorias quedan como una zona gris que sufre de indefiniciones
respecto a las responsabilidades y que no esta delimitada por barrera física
alguna.
Esto sucede también con algo mas grave que es la
planificación territorial. Ya me he referido en otros artículos respecto a este
tema, que implica que pueda suceder que un municipio decida que una zona de su
jurisdicción sea destinada a usos industriales y el municipio lindante decida
que la zona limite esté orientada a usos comerciales, generando situaciones
conflictivas, que finalmente se manifestaran en la población.
Este caso puede apreciarse en un simple grafico:
Aquí puede verse un ejemplo de una
situación hipotética de 7 municipios - numerados de 1 al 7 y delimitados por
las líneas gruesas continuas - donde cada uno de ellos tiene áreas internas -
separadas por las líneas punteadas - y cada una de ellas admite un uso determinado
- “I” para industrial, “C” para comercial y “R” para residencial.
Si bien he llevado las condiciones a extremos, ya que
dentro de un municipio no es usual que las zonas industriales sean lindantes
con las residenciales, no siempre esta coherencia se manifiesta en un municipio
respecto al municipio vecino. Este es un problema de planificación territorial
No consensuada, es decir, tomada individualmente por cada municipio. Este es un
tipo de problema - ver artículos anteriores -.
El problema que nos ocupa es el de la generación de
residuos. Si bien el manejo y gestión interna puede ser de acción y de
determinación individual de los municipios, lo que no debiera quedar sin un
estricto control global es la disposición final.
En áreas metropolitanas donde el continuo urbano es una
característica, no existen demasiadas zonas libres en cada municipio y la
disposición final debiera ser un consenso global, aunque la acción fuera tomada
en un área puntual.
Seria utópico pensar que todos los municipios analizarán
la problemática de los residuos de manera equilibrada y en forma consensuada
con el resto, especialmente los municipios vecinos. Esto puede generar
conflictos tal como puede suceder en el caso del ejemplo grafico. Simplemente
agreguen dentro de cada municipio del grafico un área hipotética donde
dispondrían Uds. los residuos de cada uno y luego observen que sucede con las
áreas lindantes.
Si bien la decisión del manejo de los residuos y de las
posibilidades de reciclaje y recupero es factible que pueda ser llevada
adelante por cada municipio, la disposición debiera ubicarse en un plano de
decisión de mayor rango. Nunca tan bien aplicable la frase de “actuar
localmente, pensar globalmente”.
De la misma forma, la decisión de disposición arbitraria
por parte de una estructura de poder sin consenso lleva también a situaciones
de inequidad e impide la gestación de actividades a nivel microurbano que
propendan a políticas de recuperación y reciclaje, cuyo éxito se basa
principalmente en aquellas propuestas que nacen de microemprendimientos mas que
en políticas globales, que si bien dan el marco político, no aseguran la
mentalización de la población.
Es por ello que en un proceso de descentralización en lo
que respecta a la disposición final de los residuos urbanos en áreas
metropolitanas la definición operativa debe ser analizada desde un marco global
que abarque la visión regional del área de generación, evitando la decisión
desmembrada de cada municipio sin un consenso técnico regional.
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A fin de comprender el contexto
legal cuando se redactó el articulo, se debe considerar que las mas importantes
normas ambientales nacionales y de la Provincia de Buenos Aires - tomada como
referente por casi todas las restantes provincias - , eran todas de reciente
sancion y e incipiente aplicacion:
- 1991 - Ley Nacional 24051 de Residuos Peligrosos -
Decreto Reglamentario 831 (1993)
- 1993 - Ley Provincial (Radicacion Industrial)
11459 - Decreto
- 1995 - Ley Provincial (del Ambiente) - 11723 -
(sin reglamentar)
- Reglamentario 1741 (1996)
- 1995 - Ley Provincial (Residuos Especiales) 11720 - Decreto Reglamentario 806 (1997)
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