No siempre encarar el camino de las
soluciones a los problemas ambientales a través de grandes acciones llevan al
éxito de las mismas. Muchas veces estas grandes medidas suelen quedar envueltas
en numerosos inconvenientes dados justamente por la envergadura de los
problemas y simultáneamente por los megaproyectos de solución. generalmente
pueden obtenerse a través de acciones puntuales que luego conforman un marco
mas adecuado para organizarlas en un plan global.
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(Articulo original publicado en www.ambiente-ecologico.com - febrero 2002)
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Esta frase es muy utilizada en el ámbito
ecológico, atribuida al entorno donde se desarrollo la cumbre de Río y a la Agenda 21, y ha sido
asociada al desarrollo sustentable. En momentos en que la globalización esta en
un momento de nuevos posicionamientos - generalmente hay que aceptar que la
globalización es intrínsecamente una situación dinámica - esta frase cobra
notoriedad y debe ser aplicada mas de una vez.
Asimismo he encontrado varios documentos
relacionados con la economía que hacen mención a la misma y no hay mas que
colocarla en cualquier buscador de la web para encontrarnos cientos de
referencias a la misma. Hasta ha sido adaptada su orientación hacia el manejo
de las organizaciones.
¿Cual es uno - digo solo “uno” - de los significados de la misma? bien, muchas
veces es la diferencia que existe entre el éxito y el fracaso de un proyecto,
de un plan o de una política. Pueden comenzarse cientos de proyectos orientados
hacia la “gran” solución y finalmente lo que se produce es el “gran” fracaso,
habiendo malgastado los pocos o muchos recursos que con mucho trabajo fueron
conseguidos.
Y usualmente se apunta a que el fracaso se
debe al proyecto, no examinándose que en si mismo, el proyecto tenia el único
error en su dimensión, y no en su esencia.
Pueden encontrarse numerosos casos, en el
ámbito ambiental, de proyectos de reconversión, de recuperación de materiales,
de reciclaje, entre muchos otros, que resultan exitosos. ¿Cuál es el grado de
“éxito”? ¿Haber ganado miles de dólares a partir de la nada? no. Muchas veces
el éxito pasa por el hecho, por ejemplo, de que una comunidad pequeña aporte un
porcentaje de la demanda de algún producto que ha recuperado de sus residuos, o
de un sistema de manejo apropiado de efluentes a escala barrial.
Generalmente se apoyan en casos de alta
exposición publica como ser la recuperación y reciclaje de residuos urbanos. Es
así que muchas organizaciones intentan implementar grandes proyectos que en su
esencia merecen el mayor de los apoyos, pero no son autosustentables, y
lamentablemente se sabe que lo que no resulta autosustentable resulta al final
necesario de ser subsidiado, y dependiendo de lo externo deja de ser
esencialmente optimo.
Es en estos casos donde el fracaso del gran
proyecto no debe considerarse como un fracaso en esencia. Es allí donde se debe
apuntar hacia evaluar los errores, los puntos flacos del mismo y que usualmente
se circunscriben a la dimensión de proyecto.
No debe tampoco de pensarse que un gran
proyecto debe ser, por ejemplo, toda la política ambiental de una región.
Muchas veces tratar de abarcar mas de una comunidad, o dependiendo del
proyecto, abarcar mas allá de un limite físico tal como una comunidad barrial
puede llevar al fracaso del proyecto.
Digamos que una organización se aboca a la
concientización de los escolares en el tema de reciclaje. A estos efectos
elabora un proyecto de recuperación de materiales que los niños deben llevar a
la escuela. Hace un relevamiento de un área de 10 manzanas (una hectárea) y
encuentra 6 centros escolares. El proyecto supone que los niños deben llevar a
las escuelas diversos materiales para recuperar, es decir, por mencionar
algunos, papeles y cartones, latas de gaseosa, vidrios y plásticos.
Luego se prevé el retiro de estos
materiales para luego reingresarlo al sistema a través de recuperadores y
obtener un rédito aunque sea mínimo de la reventa de estos residuos
recuperados.
Asociado a esto se supone que como
principal objetivo se cuenta la concientización ambiental de los alumnos, por
lo que mínimamente se debe contar con un material a entregar a los alumnos.
La logística que implica esto tan simple
supone al menos lo siguiente
- Tiempo para la elaboración del proyecto, sus alcances, objetivos y logística mínima
- Tiempo para establecer los limites del área del proyecto
- Tiempo para la visita a los establecimientos educativos
- Impresión de al menos una hoja explicando los alcances y objetivos del proyecto para entregar a cada institución
- Tiempo de elaboración del programa mínimo de concientización primeramente de los educadores y luego de los alumnos, que luego serán informados de los avances a través de los educadores
- Impresión de los manuales mínimos de capacitación a los educadores
- Tiempo de dedicación para la capacitación de los educadores en el proyecto
- Adquisición de los contenedores para cada tipo de material a recuperar y por la cantidad de establecimientos donde se implementara el sistema. Estos contenedores deben contarse de a pares, para el recambio donde se retira el completo y se deja el vacío
- Impresión de los calcos para identificación de los contenedores y del programa
- Adquisición o renta del vehículo que realizara la recolección de los contenedores por los establecimientos.
- Adquisición de los insumos mínimos para el funcionamiento del vehículo
- Estimación de la remuneración del conductor / recolector
- Adquisición o renta del predio donde se dispondrán todos los contenedores llenos para la clasificación de los materiales recuperados.
- Equipo para la toma de datos de los materiales recuperados - clase, tipo, peso, etc. -
- Estimación del trabajo del personal - único o varios - que procederá al vaciado de los contenedores, el agrupado de los materiales, la preparación para su traslado, la limpieza de los contenedores vacíos, la carga de los materiales agrupados y su posterior traslado al centro de recuperación.
- Tiempo de elaboración de las estadísticas y de las cantidades recuperadas
- Impresión de las estadísticas para su entrega a los establecimientos
- Recupero dinerario de los materiales recuperados.
- Cubrir los costos operativos mencionados - honorarios mínimos, al menos viáticos, por capacitación, compra de contenedores, mantenimiento del vehículo, etc.
- Entrega del remanente dinerario a las instituciones
Quizás haya dejado de lado algún punto, pero
estos son los básicos. Para que la lectura sea la adecuada se debe considerar
que el proyecto deba ser autosusentable, es decir, que nadie regale nada y que
todo deba surgir desde los que se recolecta, de otra forma seria un proyecto
subsidiado.
Aunque no se haga entrega de dinero alguno
y todo sea a costo 0 - costos = ingresos - siempre el objetivo es loable, es
decir, no se busca la ganancia, se busca capacitar a los alumnos y a los niños
en la recuperación de los materiales, en la conciencia ecológica y en el
cuidado del ambiente.
Si la relación de este proyecto es costos =
ingresos hay una ganancia extra que no tiene precio pero si posee valor
agregado: la educación.
Sin embargo muchas veces estos sistemas
fracasan ya que se quiere abarcar mas de lo que se puede. Intentan abarcar los
colegios de toda una comunidad y por lo tanto los costos se multiplican.
A modo de ejemplo, uno puede llegar
caminando a cualquier lado. Hasta cierta distancia puede llegarse caminando,
pero para una distancia mayor quizás es mejor la bicicleta. Luego para una
distancia mayor es mas conveniente un vehículo, ya que la relación de tiempo es
mas onerosa que con la bicicleta. Y llega una distancia en que ya es
conveniente el avión.
En la misma comparativa, quizás actuar sobre
una zona de menores dimensiones implicaría que algunos puntos no fueran
necesarios o que se precisarían menores insumos y por lo tanto el proyecto
seria mas viable.
Esto es cuando el fracaso se gesta en
“pensar globalmente y querer actuar globalmente” O “DEMASIADO LOCALMENTE”
Siempre les he recomendado a muchas ONG’s a
actuar mas de acuerdo a sus posibilidades y por lo tanto no apuntar al gran
megaproyecto, porque de esa manera todo lo bueno y valorable de la esencia del
proyecto se pierde en su improbabilidad de realización o siempre debe apoyarse
en subsidios, ya sea en forma de dinero o en forma de tiempo de voluntarios, y
por lo tanto siempre depende de acciones que están supeditadas a un valor
intangible.
En lo económico ligado a lo ambiental, volvemos
a la frase de pensar globalmente ya que no es posible establecer una política
hacia adentro, ya sea una comunidad o un país. La regionalización de las
acciones implica que no se deben apoyar acciones locales que tiendan solo a lo
local, ya que su evolución será desmembrada del contexto y es como el ultimo
suspiro previo al deceso.
El cortoplacismo es tan malo en lo
económico como en lo ambiental. Las situaciones que implican soluciones
inmediatas deben ser evaluadas junto con el contexto. La aplicación de métodos,
técnicas, o lo que se estime necesario debe de ser evaluado con el paso
siguiente, es decir, la salida de esa situación.
La acción local debe estar ligada a lo
global, a fin de no quedar huérfanas ante el marco donde se desarrolla la acción
y la situación en forma conjunta. Toda acción de salvataje sin el marco global
de visión es de un potencial éxito siempre cortoplacista.
Y en función de la terrible y tremenda
situación en la que mi país se encuentra inmerso - y que todavía tiene latentes
situaciones mas dramáticas por venir -, creo que la frase también debe ser
aplicada en su dimensión adecuada.
No es posible aislarse de la globalización,
y no del puro termino económico, sino ligado también a lo ambiental. Los
mercados se mueven a través de bienes y servicios que son exportables o
importables, es decir, donde falta algo se cubre de donde sobra. No es posible
beneficiar a alguien si algún otro no se perjudica, en mayor o menor grado.
El cuidado y la preservación del ambiente
se encuentra mas en crisis que nunca, ya prácticamente la política ambiental se
demuestra solamente en casos puntuales y por supuesto, descontextuados
totalmente de la situación global actual.
Los que continuamos en este proceso y que
no nos dejamos tentar por falsas frases lanzadas demagógicamente o en forma
“caudillesca” sabemos que lamentablemente no hay salida posible y sin deber de
pagar un precio que escapa a la comprensión. No hay salida lógica viable,
aunque el optimismo sea una cualidad que no se debe perder, en algunos casos de
lo ambiental no hay retorno, salvo cuando el daño sea irrecuperable, y esto
sucederá en el largo plazo.
En lo que me concierne y desde mi perfil
ambiental, la búsqueda de nuevos horizontes apunta hacia regiones donde haya,
al menos, mejores condiciones de entendimiento, y no donde la variable sea
siempre la salud, la educación y el ambiente. Ni siquiera la lógica se aplica a
las acciones establecidas para revertir el desmembramiento. Y en el afán de
aplicar “soluciones ya” no se “piensa globalmente” y se “actúa localmente”, sin
la prevención a futuro de las consecuencias de dichas acciones cortoplacistas.
Esta visto que, entregados a la
buenaventura de las creencias religiosas de cada uno, las consecuencias distan
de lo que cada uno haya supuesto seis meses atrás. Paulatinamente y a través de
los artículos he mencionado los desajustes en el área que me compete, y
actuando localmente he sido testigo del desmembramiento ambiental y de la
atomización de las regulaciones, orientadas exclusivamente a lo recaudatorio,
agobiando a la producción y transformándose las regulaciones en un engranaje
mas en la cadena de incumplimientos y de la ilógica incertidumbre del tramite
infinito, olvidándose del objetivo básico: la preservación ambiental.
Y actualmente no encuentro internamente la
fuerza para poder expresar en forma concreta la esperanza de que la situación
cambie a fin de evitar que en unos años - espero unos meses o mejor, unos días
- me encuentre analizando a través de un articulo, en este o en otro medio,
sobre las consecuencias de NO pensar globalmente y de actuar solo localmente.
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A fin de comprender el contexto
legal cuando se redactó el articulo, se debe considerar que las mas importantes
normas ambientales nacionales y de la Provincia de Buenos Aires - tomada como
referente por casi todas las restantes provincias - , eran todas de reciente
sancion y e incipiente aplicacion:
- 1991 - Ley Nacional 24051 de Residuos Peligrosos -
Decreto Reglamentario 831 (1993)
- 1993 - Ley Provincial (Radicacion Industrial)
11459 - Decreto
- 1995 - Ley Provincial (del Ambiente) - 11723 -
(sin reglamentar)
- Reglamentario 1741 (1996)
- 1995 - Ley Provincial (Residuos Especiales) 11720 - Decreto Reglamentario 806 (1997)
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